Conozca Oporto en pocos días

Si va a visitar Oporto por unos días y le gustaría conocer algunos puntos de interés en la ciudad, el Hotel Moov Porto Centro le recomienda visitar algunos clichés de la ciudad:

– subir a la Torre de los Clérigos: reabierta este año, celebra 250 años. Tiene un nuevo ascensor para acceder a la parte superior del edificio más alto de la ciudad (76 metros)

– viajar en el funicular dos Guindais: una ruta de dos minutos entre la Batalla y la Ribeira con vistas al Duero y el Puente D. Luis

– andar en el teleférico de Gaia: un viaje entre el Cais de Gaia y el jardín del Morro

El Hotel Moov todavía propone descubrir algunos caminos románticos de Oporto. En la calle de Vilar comienza la ruta romántica, cerca del Palacio de Cristal, por la calle angosta Entre-Quintas siguiendo por la calle Macieirinha y termina en la Restauración, junto al rio. Es una ruta de 20 minutos por las calles preferidas por los ingleses y ocupada por las calles reales. Disfrute de este paseo y visite el Museo Romántico de la Quinta da Macieirinha, una reconstrucción de la alta burguesía de Oporto del siglo XVIII.

No deje de visitar la estación de tren de São Bento, con un vestíbulo revestido de azulejos, justo al otro lado de la calle tiene la Catedral, cuyo patio ofrece la primera vista del Duero. Siga hasta la Ribeira y déjese relajar en una terraza. Usted puede ver el Puente D. Luis I y tomar un crucero en los 6 puentes. Después de esta gira, conozcan la Iglesia de San Francisco y el Palacio de la Bolsa. No hay nada como un viaje de tranvía para poner terminar la tarde  y que va a la boca del rio, donde encontrará un relajante paseo junto al mar, lleno de tiendas y terrazas. Puede aún dar un paseo por los jardines de Serralves, y visitar el Museo. Por la noche vuelva al centro de Oporto, donde encontrará restaurantes, bares y un montón de entretenimiento. Para terminar el día de la mejor manera,  pase la noche en el Hotel Moov Porto Centro, un hotel ubicado en un centenario edificio de estilo Art Deco que data de los años 30 y devolviendo a Oporto el alma del Séptimo Arte.